Los somieres presentan una impresionante variedad de estilos, materiales y funciones. A continuación le presentamos los tipos más comunes:
Somieres de madera:
Clásicos y atemporales, ofrecen un atractivo cálido y natural. Desde marcos rústicos de madera maciza hasta diseños modernos y elegantes, hay para todos los gustos.
Somieres de metal:
Ligeros y duraderos, a menudo con diseños intrincados. Hay desde camas de hierro forjado de inspiración vintage hasta somieres modernos y elegantes.
Somieres tapizados:
Ofrecen mayor comodidad con cabeceros y marcos tapizados. Suelen estar tapizados en tela o piel y añaden un toque lujoso al dormitorio.
Camas de plataforma:
Marcos de cama bajos y modernos sin piecero, a menudo con espacio de almacenamiento integrado. Combinan bien con estilos de decoración minimalistas.
Camas altas:
Los característicos cabeceros y pieceros curvados recuerdan a un trineo. Su diseño puede ser tanto clásico como moderno.
Camas con cuatro postes:
Románticas y elegantes, con cuatro postes y a menudo un dosel. Crean un ambiente especial en el dormitorio.
Camas futón:
Inspiradas en el diseño japonés, bajas y a menudo con esteras de tatami. Combinan bien con interiores minimalistas de inspiración asiática.
Camas de muelles ensacados:
Constan de un somier, un colchón y, a menudo, un topper. Ofrecen un alto nivel de confort y una posición elevada.
Camas altas y literas:
Prácticas para habitaciones infantiles o espacios pequeños. Aprovechan eficazmente el espacio vertical.
Camas Murphy
También conocidas como camas Murphy, pueden plegarse contra la pared durante el día para ahorrar espacio. Ideales para pisos pequeños o habitaciones polivalentes.
Camas de agua
Consisten en un núcleo relleno de agua en un armazón especial. Ofrecen una superficie de descanso única que se amolda al cuerpo.
Camas ajustables
Permiten ajustar las secciones de la cabeza y los pies. Especialmente útiles para personas con problemas de salud o para leer cómodamente en la cama.
Cada tipo de somier tiene sus ventajas e inconvenientes. La elección depende de las preferencias personales, el espacio disponible, el estilo de mobiliario y las necesidades específicas. Independientemente del tipo, un buen somier debe ser estable, cómodo y estéticamente agradable para crear las condiciones óptimas para un sueño reparador.